Book review #1: SUPERFOOD SNACKS - Julie Morris


Desde que me mudé a los Estados Unidos, uno de mis lugares favoritos son las bibliotecas. Acogedoras, repletas de libros que se pueden retirar de manera gratuita y conectadas a un servicio online (en el cual, por ejemplo, si te olvidaste de devolver el libro que tenías en tu casa una vez pasado el lapso de préstamo, podés renovar automáticamente desde la tu celular o compu con tan solo un click). Maravillada desde el dia #1, siempre me llevé más libros de los que podía leer, solo por el placer de poseerlos, de poder tener aunque sea un fragmentito de cada uno de ellos. Como sea, esta pequeña historia viene a ilustrar el hecho de que voy semanalmente a la biblioteca, ya sea a buscar libros, audiobooks, cds, películas, series, etcétera.

Sí, soy re de la vieja escuela... En fin.

Hace algunos meses comencé a explorar la repisa de los libros de cocina. Si bien siempre me interesó la cocina (sobretodo los postres y los snacks), cuando nació en mí el concepto de RICO y llegué a concientizarme de lo que comía, me asusté y frené con toda. De amar culposamente al azúcar (porque en el fondo sabía que no me hacía bien) pasé a ser sugar free. Y la violencia de la brusquedad impactó en mi estado anímico. Al renunciar a mucho de lo que me gustaba con el argumento de que me hacía mal, lo cual es cierto, llegue a un estado de cierta depresión con respecto a los snacks y postres. Pero no me dejé vencer. Comencé a buscar recetas sugar free en Pinterest, a leer -exhaustiva y meticulosa y obsesivamente- las etiquetas en las tiendas. Eso ayudó, pero de todos modos seguía haciendo cravings en los frutos secos que nada bueno le hacían al balance de mi dieta ni al medio ambiente. Entre uno y otro de esos vaivenes y divagues por las estanterías de la blioteca me conocí con Easy, sexy, raw, el libro de Carol Alt sobre la cocina cruda
(raw). Fue un libro que me abrió a un mundo de otras posibilidades y marcó un antes y un después en mi manera de mirar la comida (pero que a la vez me llevó a mandarme grandes cagadas con la comida cruda y no es el que más recomiendo). De todos modos, es sin dudas un libro atrapante. Después de renovarlo varias veces me tocó devolverlo, pero hasta pensé en comprarlo. El libro que le siguió a Easy, sexy, raw (y el motivo por el cual hago este post) es: SUPERFOOD SNACKS, por Julie Morris.


Easy, sexy, raw por Carol Alt

Empecemos por decir que cuando lo vi en el estante, lo desestimé bastante. Estaba buscando una lectura que fuera consecuente con el anteriormente mencionado Easy, sexy, raw y este parecía ser el más similar... Sin embargo, estaba buscando algo para hacer comidas (almuerzo y cena), que es lo que más me cuesta comer y cocinar, pero lo puse en mi canasto de todos modos. Y cuando en casa me puse a leerlo en detalle, me llevé una sorpresa: en mis manos se encontraba no sólo otro libro sobre snacks, sino un ambicioso manual que busca revolucionar el mundo de los cravings, como le dicen acá, o del picoteo, como le decimos en Argentina. Pero cómo? Pues reinventando los formatos tradicionales de snacks, ‘golosinas’ y postres, tales como barras de cereal, galletitas, helados y hasta popcorn; utilizando ingredientes repletos de beneficios para la salud, los llamados SUPERFOOD.

Pero… qué es la tan de moda SUPERFOOD?

Se le llama superfood a ingredientes que supuestamente tienen alto concentrado de algun(os) elementos beneficiosos para nuestra salud. Por ejemplo, las Semillas de lino son consideradas ‘superfood’ por su alto contenido de omega3, o la Quinoa lo es por su alto contenido de proteína vegetal; o la Maca porque tiene alto contenido de vitaminas y minerales, más que cualquier otro tubérculo. Pareciera ser que los llamados superfood son la nueva élite de su clase. Hasta ahora, todo maravilloso. Pero…todo lo que brilla es oro?

Goji berries, consideradas superfood por su alto contenido de antioxidantes con respecto a otras pasas

Pues, al principio parece tentador reemplazar todos tus ingredientes comunes, de los que ya estás harto, por otros llenos de ‘boosters’, vitaminas, minerales, proteína, y sabor. Pero por otro lado, el beneficiar unos pocos alimentos en contraste con la gran cantidad de los otros que hay en el mundo, hace desconfiar y obviamente, es peligroso.

Superfood vs. ...food?


Julie Morris sosteniendo su libro Superfood Snacks

Todo lo que viene de la naturaleza y está producido en un ambiente orgánico y amigable, es beneficioso para la salud, no sólo en el momento de su consumo sino durante todo su proceso de producción.

Cuando hablamos de superfood, estamos haciendo la asumpción de que los alimentos que no entran dentro de esa categoría no vendrían a ser súper, y por lo tanto, se descalifica su valor nutricional. Al privilegiar unos pocos ingredientes sobre muchos otros, se altera la manera en que ese grupo social que utiliza el término percibe y ejecuta los procesos de consumo, distribución y producción, consecuentemente también alterando el medio ambiente, que es lo que más me preocupa.



Por último, los llamados superfoods, son caros, incluso en los Estados Unidos; y en el caso de Argentina, difíciles de conseguir también. Si buscas en internet, Wikipedia dice que el término superfood es una herramienta conspiracional de márketing para crear la sensación de que unos productos son nutricionalmente mejores que otros y vender más, sin demasiada comprobación científica. Pero, como todo, es una mirada del término.

En fin. A mi parecer, el mejor alimento no es el que se posiciona como el que más beneficios tiene para la salud, sino aquel cuyo proceso de producción es visible, transparente y ético con los humanos, los animales, y sobre todo, coherente con el medio ambiente y los ecosistemas dentro de los cuales se produce.

Después de todo, lo que verdaderamente nos da salud es ecosistema en el que vivimos y con el cual interactuamos y no (solo) lo que nos llevamos a la boca.

Entonces…  Sí o No a SUPERFOOD SNACKS?
Más allá de sus contras, el libro posee algunas recetas dignas de mencionar y de intentar, (y otras un poco más especiales). Su contenido es definitivamente para los aficionados de la cocina, no para cualquiera. Esas recetas son todo lo que me encantaría ver y consumir (y no me importaría pagar el valor agregado) en una cafetería o en un comercio gastronómico en general, o en el catering de una fiesta, porque son realmente un lujo. Pero me parece un poco utópico para el uso ‘casero’, o por lo menos para la implementación diaria. Es un libro que yo dejaría reservado para ocasiones especiales, como eventos y reuniones. Pero en fin, con uso y lectura crítica, SUPERFOOD SNACKS ha aprobado el test Rico.

Julie Morris


Extras

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